El boom de la Inteligencia Artificial en los medios de comunicación, a veces, dificulta su aterrizaje en las organizaciones como un tecnología real que, a día de hoy, ya puede dar muchos beneficios. Es importante acercarla a los tomadores de decisiones de la misma manera que se plantean otras propuestas IT, con los pies en la tierra, y explicando el camino más adecuado para desplegarla.
Con esa intención, Gabriel González Vargas, director de Innovación en Omega Peripherals, ha participado en el reportaje ‘Cloud: un gran aliado para la IA’ de la revista Dealer World.
Estas son las cuestiones por las que le preguntó el medio.
¿Es la nube la mejor herramienta para desarrollar la IA?
En general, sí, la nube es la herramienta más adecuada para abordar proyectos de IA en la actualidad. Si solo deseas realizar experimentos iniciales con IA, puedes llevar a cabo pruebas en un entorno local. Sin embargo, cuando tu enfoque evolucione de la experimentación a la creación de un laboratorio de IA que requiera una considerable capacidad de cómputo, la nube se convierte en la opción más equilibrada.
A su vez, ¿es también la mejor manera de democratizar el acceso y uso a la IA por parte de cualquier empresa?
Como suele ocurrir con los servicios en la nube, se puede comenzar desde proyectos pequeños y de manera gradual luego expandirse. Además, se debe considerar la actual escasez de tarjetas gráficas (GPUs), su elevado costo y, por último, es crucial recordar que no todas las GPUs son adecuadas para las mismas aplicaciones, ya que cada tipo está optimizado para HPC, deep learning, renderizado, virtualización, visualización y una amplia variedad de otros usos.
Teniendo en cuenta estos aspectos, el desembolso inicial para un proyecto de IA en las instalaciones de la empresa resulta considerable, mientras que la nube ofrece escalabilidad y flexibilidad.
¿Considera que gracias a esta relación la cantidad de servicios que podría desarrollar el canal es tal que ni podría ser capaz de imaginarla?
La IA tiene la característica de ser una herramienta de complemento en multitud de proyectos. En consecuencia, las empresas pueden ofrecer una amplia gama de servicios relacionados con estos proyectos. Estos abarcan desde consultoría de IA para diseñar estrategias de adopción, identificar casos de uso y seleccionar la tecnología adecuada, hasta la gestión de datos y almacenamiento en la nube, el desarrollo de modelos y su entrenamiento, o la creación de chatbots y asistentes virtuales.
La realidad es que la aparición de la IA generativa y el creciente interés en ella nos han impulsado a especializarnos y expandir nuestro catálogo de soluciones relacionadas con la IA.
“El desembolso inicial para un proyecto de IA en las instalaciones de la empresa resulta considerable, mientras que la nube ofrece escalabilidad y flexibilidad”, Gabriel González Vargas, director de Innovación en Omega Peripherals.
¿Hasta dónde puede llegar la relación entre ambas tecnologías?
Responder a este tipo de preguntas resulta cada vez más difícil, ya que estamos inmersos en un entorno de constante evolución y los cambios continuos nos obligan a adaptar rápidamente nuestras estrategias sin perder de vista las necesidades de las empresas.
No obstante, es razonable considerar que, a medida que los modelos de inteligencia artificial se vuelvan más grandes y complejos, se podría aprovechar la capacidad de la nube para llevar a cabo entrenamientos distribuidos. Incluso podría ser concebible que se compartan recursos de entrenamiento entre empresas del mismo sector.
Asociada a esta capacidad de distribución en la nube, también jugará un papel significativo la adopción de la IA en dispositivos IoT y la transferencia de datos para su procesamiento externo al dispositivo.
Acceso al reportaje publicado en Dealer World:
https://www.dealerworld.es/pubs/dw442/index.html?page=57
