A lo largo de los últimos años, se han definido diferentes modelos de madurez en la transformación digital en las organizaciones (MMTD) que permiten identificar cuál es la situación actual de la misma y trazar una hoja de ruta hacia los objetivos definidos.
Aquí presentaremos un MMTD muy sencillo, pero absolutamente útil en el trabajo de determinar la evolución digital de la empresa. Las fases o etapas definidas en él son: Ni Idea, Diagnóstico, Planificación, Primeras Implementaciones y Mejora Continua.
A pesar de que muchos modelos prefieren una estructura que varía desde niveles principiante hasta experto, la clasificación que hemos realizado está intrínsicamente relacionada con lo que realmente está haciendo la empresa, y no sobre el conocimiento que tenga el personal de la organización.
A continuación, lo comentamos con más detalle.
Ni Idea: La empresa sigue trabajando en el siglo XX. Es el enfoque que todavía tienen algunos cuadros dirigentes que justifican su modelo directivo con la frase “toda la vida se ha hecho así y hemos sobrevivido, no vamos a cambiar ahora”. Aquí la organización se enfrenta a un medio cambiante e incierto armada con herramientas, procesos y procedimientos que alguna vez pudieron ser exitosos, pero que hoy la ponen en una clara desventaja con respecto a la competencia.
Diagnóstico: La empresa ha identificado que necesita transformarse para poder afrontar los retos y cambios, y quiere ser consciente de su situación. Conocer cuál es el posicionamiento actual es el primer paso en el camino de la digitalización corporativa. Este diagnóstico puede revelarse como fundamental en el éxito del camino a emprender.
Conoce en qué etapa está la evolución digital de tu empresa: Ni idea, Diagnóstico, Planificación, Primeras implementaciones o Mejora continua
Planificación: La empresa ha decidido abordar el roadmap de la transformación digital y está en el proceso de planificarla estratégica y operativamente. Aquí comienzan a tratarse temas como el objetivo que se busca y las distintas alternativas existentes, con sus beneficios, costes y riesgos asociados. Se plantean también aspectos referidos a la financiación de la iniciativa y cómo obtener el compromiso de todos los integrantes de la organización. Involucrar y comprometer a la alta dirección es un factor de éxito clave en este proceso.
Primeras Implementaciones: La empresa ya está en su viaje de transformación digital, se desarrollan los primeros proyectos y se empiezan a obtener los primeros resultados. Comienzan también a replantearse los objetivos buscados, las tecnologías seleccionadas, los beneficios esperados y el retorno de la inversión realizada hasta el momento. Este es un punto sumamente crítico. Si no se obtienen resultados positivos en el corto tiempo, la organización puede asumir que la transformación digital no es necesaria o rentable, con lo que podría abandonar este camino priorizando los objetivos a corto plazo sobre los objetivos a largo plazo. En este punto podemos decir que está en juego el futuro de la empresa. No subirse al tren de la digitalización puede llevarla a la bancarrota. Pensemos en los ejemplos de Kodak, BlackBerry o Nokia, solo por citar los casos más conocidosMejora Continua: La empresa consolida su modelo de negocio digital. Transforma los retos y desafíos en oportunidades de negocio. Se forma la cultura empresarial que entiende que la transformación digital no es una meta, sino un camino de crecimiento organizacional.
No olvidemos que la transformación digital está basada en la aplicación de nueva tecnología, pero más importante que la tecnología, que es un ‘habilitador’, son las personas que utilizan esos recursos tecnológicos en nuevos procesos y procedimientos que permitirán a la organización desarrollar habilidades con las que poder capitalizar las ventajas competitivas generadas.
¿Y tú organización en qué fase está?
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No te adaptes al cambio, ¡lidéralo!
